Puede chocar que en un país 
          musulmán se pueda producir cerveza, pero el caso es que esta 
          Casablanca, sea para consumo propio, sea para el turismo galopante del 
          que vive gran parte del país, es la cerveza más representativa 
          de Marruecos.
        
          Pale lager con una gradución de 5º, no excesivamente sabrosa, 
          aunque se noten bien muchos matices de malta y tenga un sabor de entrada 
          semi-amargo. Es una cerveza ligera, con poco cuerpo lo que la hace muy 
          refrescante e invita claramente a beberla muy fría, además 
          contribuye a este necesidad de frío el hecho de que tenga excesivo 
          gas lo que también hace que el sabor sea un tanto raro y que 
          sea, también, menos intenso.